Consejos para comer correctamente en la oficina

Comer fuera de casa no significa que tengamos que descuidar nuestra alimentación en la oficina. Es verdad que al pasar gran parte del día fuera de casa dificulta conseguir el objetivo de mantener una dieta equilibrada, pero no es una tarea imposible.

En este post os presentamos unos consejos para tener una correcta alimentación, aún comiendo fuera de casa, y llevar una vida más saludable en la oficina.

DEDICA UNOS MINUTOS A ORGANIZAR TU MENÚ SEMANAL

Llevar una organización de las comidas que haremos durante la semana será de gran ayuda para llevar un control de lo que comemos. Dedicar unos minutos del fin de semana a programar nuestro menú semanal nos ahorrará mucho tiempo durante la semana, ya que sabremos qué tocará comer cada día e, incluso, la tarea de ponerse a cocinar se hará más sencilla.

REALIZA UNA COMPRA SEMANAL

Una vez tengas planificado qué es lo que te apetece comer, otra tarea que puedes realizar el fin de semana, y que agradecerás durante el resto de la semana, es hacer la compra.

Haz una lista de todos los ingredientes necesarios para tus recetas y tenlo todo en casa. Además de las comidas principales, no olvides los momentos de tentempié, y compra alimentos como frutos secos, yogures o cereales.

PREPARA UNA PEQUEÑA “DESPENSA” EN TU OFICINA

Cada lunes, llévate a la oficina esos snacks saludables que has comprado durante el fin de semana.

Tener a manos alimentos fáciles de comer, como fruta fresca, fruta deshidratada, frutos secos, cereales o yogures, ayudará a no caer en la tentación de consumir alimentos menos saludables.

COMER DE FORMA REGULAR

De forma general, sería recomendable ingerir alimentos cada 3-4 horas, así no llegarás a la hora de las comidas principales con un hambre voraz que te haga comer en mayor cantidad u optar por platos menos saludables que calmen esa ansiedad.

TOMA EL TIEMPO NECESARIO PARA REALIZAR TUS COMIDAS

Tan importante es el tiempo que dedicamos a comer, como la calidad de los alimentos que ingerimos. Uno de los grandes errores que cometemos a veces es comer delante del ordenador o mientras contestamos correos electrónicos con el móvil.