¿Cómo adaptarse correctamente al horario de invierno?

Como cada final del mes de octubre, atrasamos nuestros relojes una hora para dar la bienvenida al horario de invierno. Un tema que siempre es muy comentado y, especialmente este año, cuando la justificación del cambio horario para favorecer el ahorro energético está siendo cuestionado.

Pero al margen de esta cuestión, es importante que no perdamos de vista cómo afecta el nuevo horario a nuestro cuerpo y a nuestra vida diaria. Nuestro sistema agradece la rutina para mantener un ritmo correcto y, aunque parezca mínimo, un cambio de solo una hora lleva consigo consecuencias no muy positivas.

¿Cómo afecta a nuestro cuerpo el cambio de hora?

Podrás sentirte más cansado. Aunque con este nuevo horario pasemos a dormir una hora más, no significa que vayamos a estar más descansados. Al anochecer más temprano, el cuerpo comienza a segregar melatonina antes, por lo que pasamos a tener más sueño en momentos en los que todavía deberíamos estar activos.

Pequeños cambios en el estado de ánimo. Relacionado con los desajustes a la hora de conciliar el sueño, este factor puede provocar pequeños cambios en nuestros estado de ánimo, como mayor irritabilidad o sensación de estrés.

Desajustes en nuestra alimentación. Los nuevos horarios de comidas, también pueden causar un leve desajuste interno, que se puede traducir en pequeños malestares digestivos.

Consejos para adaptarse al nuevo horario de invierno

Introduce cambios en tu rutina de sueño. La primera semana después del cambio, retrasa ligeramente tu hora de acostarte (unos quince minutos). Igualmente, levántate unos minutos más tarde. De esta forma, notarás menos el cambio.

Haz lo mismo con tus horarios de comida, y retrásalo unos minutos para que los primeros días apenas notes la diferencia,

Evita la siesta. Si tienes la oportunidad de echar una pequeña siesta durante tu jornada, no es recomendable que estés unos días sin tomarla, ya que provocará más desajustes en tu reloj interno.

Haz ejercicio. Realizar algún tipo de actividad física diaria mantendrá el cuerpo activo, lo que ayudará al cuerpo a mitigar la sensación de cansancio, y llegar con más energía al final del día.