La cultura empresarial nunca había sido tan importante como hasta ahora, ya que los consumidores tienen tantas opciones donde elegir que al final se decantan por las pequeñas acciones de valor añadido que les ofrecen las diferentes marcas.
Esta tendencia se ha convertido en un factor importante para las estrategias de las empresas que buscan diferenciarse del resto y en especial, de la competencia. Tal es así que el plan de cultura empresarial se ha incorporado dentro de la estrategia de Employer Branding.
El motivo principal es que dos de cada tres directivos señalan que impulsando una cultura empresarial bien definida se traduce en buenos resultados, un incremento de la productividad y felicidad entre sus empleados, junto con el aumento de beneficios. Es entonces la fórmula secreta para el éxito?
La cultura son los pensamientos, conductas, sentimientos, normas, actitudes, hábitos, valores, creencias y costumbres compartido entre un grupo de personas.
Entonces si hablamos de cultura corporativa, se caracteriza por ser el conjunto de todos estos elementos compartidos por cada uno de los miembros que forman una misma empresa. Haciendo referencia desde los modelos de trabajo y estilos de liderazgo, pasando por las relaciones entre los compañeros o entre jefes y empleados, hasta del estilo de los empleados a la hora de vestir o actuar en reuniones.
Cada elemento cuenta para reflejar el conjunto de toda la organización y formar su ADN, es decir, determinar su comportamiento y personalidad; un factor clave para diferenciarse del resto de compañías del mismo sector, retener o captar nuevo talento o crear buen clima de trabajo.
¿Cuáles son los elementos de una cultura de empresa sólida?
Los elementos que componen la cultura corporativa son los que sustentan cualquier base empresarial, y estos son: misión, isión y valores.
Esto sucede porque detrás de cada una de estas palabras encontramos preguntas primordiales que dan respuesta a crear una base sólida de cualquier proyecto.
Veamos en qué se diferencian y cuáles son las preguntas claves:
- Misión: define la razón de ser de la empresa, es decir la actividad que va a llevar a cabo en el mercado y responde a la pregunta: ¿cuál es mi propuesta de valor?
- Visión: define las metas que se quieren alcanzar en un futuro, y estos objetivos deben cumplir la regla “SMART” (specific, measurable, achievable, relevant and time bound) sino no lograremos marcar las directrices del negocio. Responde a la pregunta: ¿qué pretendo lograr?
- Valores: definen los métodos de trabajo de la empresa, son pautas que deben conocer todos los integrantes de la organización y llevar a cabo, sino no servirán de nada. Hacen referencia a nuestros principios éticos y responden de la pregunta de: ¿cómo somos? y ¿en qué creemos?
Podemos decir que estos tres elementos tienen que ir en concordancia si queremos lograr los objetivos, porque la misión es el motivo que sustenta el negocio, la visión otorga un futuro a la empresa y los valores son el medio para alcanzar los objetivos.
Pero la cultura no es algo que se pueda imponer. Por mucho que el departamento de recursos humanos ponga todo el esfuerzo en crear y difundir el tipo de cultura que le conviene a la empresa, si esta no está integrada en los mecanismos de trabajo de la empresa y de cada uno de sus integrantes, será un esfuerzo en vano porque la cultura está formada por hábitos, conductas y conocimientos de todo el que está dentro de la organización.
¿Qué beneficios aporta una cultura de empresa?
Los beneficios que aporta una cultura corporativa arraigada en todos los trabajadores de la empresa influyen a nivel interno y externo. Es conveniente que si desde la organización de la empresa se decide apostar por una mejora de la cultura organizacional se tenga presente el objetivo, para poder ver y analizar la evolución.
Veamos tres principales beneficios de crear cultura:
La diferenciación con la competencia es uno de los beneficios más buscados por las empresas que operan en sectores muy explotados. Si haces un análisis de tus empleados y de tu público objetivo encontrarás puntos en común, y potenciados adecuadamente será el detonante para elevar las ventas.
La retención de talento se ha convertido en un quebradero de cabeza para muchos departamentos de recursos humanos, que por más que pongan beneficios sociales no acaban de solventar el problema. Hoy en día un buen salario y beneficios no es suficiente para retener a los empleados, porque estos buscan la motivación para ir a trabajar con una sonrisa todos los días. Para conseguir esto es necesario un buen clima laboral, y a través de crear cultura corporativa es mucho más fácil.
Un beneficio clave de la cultura corporativa es la captación de nuevo talento. Atraer a personas cualificadas y que su motivación no sea exclusivamente el salario a fin de mes, lo lograrás si desde la empresa sois capaces de demostrar que sois un equipo con valores sólidos que trabajan todos juntos para alcanzar los objetivos.
Si aun teniendo definida y bien construida la cultura corporativa no consigues captar talento es porque quizá no estás mostrando externamente todo lo que deberías.
Si decides implementar una cultura debes saber que la principal acción que busca es fomentar las buenas relaciones entre los trabajadores, para así lograr un mejor clima laboral. Pregunta y analiza qué esperan tus empleados para verles felices y saludables.
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